lunes, 9 de mayo de 2011

Entrevista al poeta Pablo García Baena en Octubre de 2006




Este insigne poeta cordobés, fundador junto con Ricardo Molina y Juan Bernier de la revista Cántico que tuvo dos épocas; la primera transcurrió entre 1947 y 1949 y la segunda entre 1954 y 1957. Entre las claves de la misma estaban, según García Baena: "El ahondamiento en la búsqueda de la palabra justa, a veces desusada pero siempre precisa, el intimismo llevado como experiencia hacia un paganismo carnal que puede retroceder ante el acompasado gregoriano de la penitencia, la recuperación de la imagen y la metáfora, tan desdeñadas por los secos poetas escurialenses de la época. Nada de esto era nuevo pero sí ponía sobre el humilde mantel de hule de los racionamientos el poder deslumbrante de Góngora, el erotismo decadente de los modernistas, el ritmo sugestivo y caudaloso de la Generación del 27. Desoyendo a Ortega los poetas de Cántico hicieron una poesía expresamente impura e intensamente humana, visual, una plenitud armónica de intelecto y sentidos."

En 1984 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Fue declarado Hijo Predilecto de Andalucía en 1988, y Premio Andalucía de las Letras en 1992. Recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Córdoba en 1984, y de la Provincia de Málaga en 2004. Actualmente es miembro de la Comisión Asesora del Centro Andaluz de las Letras del que es director. Su poesía posee un acento gongorino y de sensualidad, e incluye la temática religiosa de los ritos y las procesiones. Su obra poética hasta la fecha se halla reunida en Poesía completa (1940-1997) (Madrid, Visor, 1998).

¿Como ves la sierra de Córdoba y cual ha sido tu relación y la del grupo con ella?

La sierra ha estado siempre muy cerca y todos hemos vivido una parte importante de nuestra vida en ella ,desde que era joven junto con amigos como Juan y Ricardo, casi como norma marchábamos cada domingo a la sierra , gran parte de nuestra inspiración literaria ha sido motivada por esos paseos que dábamos y por lugares como Piedrahita, el Melgarejo, la Fuente del Arco, Sandua , la Aguardentera , la Trinidad ,el Bejarano , Trasierra , teníamos un vínculo muy íntimo con esos lugares, pero quedó interrumpido por la guerra civil .

Que habéis aportado al conocimiento de la sierra a través de vuestros escritos y de la aportación poética desde Cántico el grupo poético que constituisteis Juan Bernier, Ricardo Molina y tú...

Desde Luís de Góngora que ya lo hablaba en sus escritos de la sierra y algún poeta más o menos romántico, Valladares o Grilo con escritos de las Ermitas siempre ha habido en Córdoba un movimiento hacia el campo y la contemplación de la naturaleza casi como algo espiritual y litúrgico, no en vano la sierra ha estado siempre llena de eremitas que buscaban la espiritualidad.

Ricardo Molina publicaba sus escritos sobre la sierra en el Diario Córdoba y creo que está todo publicado allí, ¿no? Toda su contribución poética.

No solamente en la “Elegia de Sandua”. Hay otros muchísimos poemas donde Ricardo habla de la sierra, también habla de algunos pueblos de la subbética, de Puente Genil, su tierra.

También recogió bastantes cosas Juan Bernier de lo que escribió Ricardo, muchas aportaciones, ¿no? “Córdoba, tierra nuestra” habla bastante de Ricardo Molina.

Sí, Juan tiene una pasión por él, pero más bien es en la prosa donde Juan habla más de la sierra. Así como Ricardo yo creo que en la poesía es donde cala hondo? Pienso que desde Antonio Bargas en la ermitas, los cordobeses han olvidado la sierra incluso esa cosa que se ha achabacanado tanto de los peroles y todo eso. En el fondo había una costumbre de ir al campo pero vivimos de espaldas a la sierra.


Como fundador del “Grupo Cántico”, ¿cómo cree que éste influyó en su época y en la nuestra, en la sociedad cordobesa?

Soy bastante escéptico sobre esa influencia. Pienso que luego sí, inmediatamente cuando sale cuaderno crítico, es el cántico lento y toda esa influencia…

¿A partir de los años 40?

No, a partir de 40 años después, luego sale la revista. Y en Córdoba hay un poeta invitado más o menos

Hay libros de los novísimos reivindicando el “Grupo Cántico”, eso sí verdaderamente tuvo ya una influencia.

¿Creen ustedes que han creado escuela o no?

Tenemos un denominador común, eso es indudable, todo el grupo. Pero luego cada uno es distinto. Hay una cosa que nos une, la parte del paisaje, porque el único que se sale del paisaje, pero se vuelve hacia el paisaje de su pueblo es Mario López, pero él es el más campesino de todos porque habla de las tradiciones, de todo lo que tenga que ver con la sierra, de su pueblo, que es Bujalance. Pero es el más campesino, trata de las cacerías…Lo rural está en varios (o Barrios) las hierbas, los pájaros, las aves emigrantes, etc. La poesía de Mario está plena de este tipo de alusiones.

¿Qué papel jugaba la naturaleza en este movimiento poético?

Es grande, es que siempre hay un paisaje detrás de la poesía, en las prosas de cántico.
El paisaje es el móvil, la excusa para ahondar en el sentimiento.

Y la sierra de Córdoba, como elemento de inspiración y cantera artística, ¿cómo la valora?

Nosotros deseábamos que llegaran los domingos para salir para ir a esos paisajes donde iba muy poca gente. La poesía de Juan es más civil y más social también. Pero como tenía un gran conocimiento de la provincia, en su libro “Tierra nuestra”, que se debía de hacer una buena edición y repartirla en los colegios y academias. Porque la edición actual está sobre todo llena de erratas tremendas, son tantas que entorpecen la lectura.

(no sé quién) es el poeta campero, pero más de la provincia, aunque tiene poesía de alba, de los cazadores. Verdaderamente es acertadísimo en medio de un poeta que es un poco abrupto y directo.

-¿Qué lugares son para ti y para el grupo aquellos lugares que más inspiración os ha regalado?

Hay lugares en Santa María de Trassierra. El Soldado cerca de Sandua, la torrecilla. En algún poema hablo también de Piedrahita, Los castañares, de mi poema “Otoño en los castaños”. La sierra está en muchos poemas sueltos y si yo tengo que nombrar un paisaje, auque no diga el nombre, lo primero que hago es representar el paisaje. Con la palabra porque lo que hago es pintura poética con cada palabra pongo una pincelada para describir lo que veo y siento.

-¿Y qué recuerdos tiene del Bejarano, de Los Baños de Popea y de La Fuente del Elefante?

Bueno, ya hace muchos años que no he ido. Los últimos años que yo he ido por Trassierra, aparte de ir con los amigos a la casa del cura, pero de eso hace muchos años, yo no sé si sigue existiendo como tal. Ese es el último recuerdo que tengo de Trassierra. Pero hasta el año cincuenta sí estaba muy vivo el ir con Ricardo, con alumnos suyos, con otros amigos, irnos toda la semana de la feria de mayo para pasarla en estos sitios, a contracorriente. Y nos íbamos a Trassierra y alquilábamos una casa que aparece en esa fotografía, que se ha reproducido tantas veces, en la que aparecemos los tres. Es la única fotografía en la que estamos “los tres de cánticos” sin más gente. Con más gente hay muchas, pero que estemos los tres…está Ricardo, está Juan y estoy yo. Se hace en Trassierra y es delante de la casa donde alquilábamos para estar la semana de feria. Estuvimos la semana de feria del año 54 y 55.

-Esta pregunta va un poco relacionada con el ambiente rural de aquellos lugares. Porque había mucha gente en la sierra viviendo, trabajando, moviéndose.

Bueno, pues yo recuerdo que era raro encontrar gente dedicada al campo. La sierra en aquella época era un espacio solitario y aparte de algún piconero o cazador, encontrabas más bien poca gente.

-He oído hablar de que la sierra antes estaba más poblada que ahora. Porque ahora la gente va, pero un poco de recreo, pero antes había gente trabajando.

Bueno, en todas esas antiguas casa había alguien, vivía alguien. Pero cuando nosotros vamos, todo eso está en decadencia. Recuerdo que en El soldado, Ricardo conocía a alguien y nos dejaban ir, pero allí no había nadie. Otro sitio donde íbamos era la Cuesta de la traición, cuando se bifurca para ir ya a la ermita. “El Pino Gordo” recuerdo que lo abrazábamos, pero todo eso ya ha desaparecido. Había dos grandes pinos, uno era Pino Gordo. Cerca de uno, no recuerdo de cual, había unas ruinas que parecía que eran como de un convento. En el Rosario, en Las Carmelitas, pero aquello lo abandonaron y lo vendieron. No había mucha gente trabajando la tierra, te encontrabas algún pastor.

En torno al año 1900 había mucha gente viviendo en el campo, me imagino que a causa de la pobreza, porque así, en el campo, al menos tenían algo que comer. Pero, por lo que veo, cuando vosotros vais al campo esto ya se ha terminado.

Bueno, sí, en aquella época en las cuevas vivían los pobres que iban a ver a los ermitaños a que les dieran algo de comer.

-Y ¿usted conoció el molino del molinillo, en los Baños de Popea, en funcionamiento?

No, yo recuerdo el molino de Sansueña, el molino de los ciegos, del cual tengo un poema. Hay por aquella zona muchos molinos, pero yo nunca los he visto en funcionamiento.

-¿Conoció el cortijo de El Bejarano habitado?

Posiblemente estaba habitado, pero nosotros ivamos más al Guadiato y a zonas cercanas a la aldea. Hay muchas fotografías de eso. Claro que hacíamos excursiones, a la Aguardentera y toda esa parte de la sierra, el Bejarano, lo conocíamos. Yo creo que sí debía haber gente cultivando la tierra con huertas y ganado.

¿Cuál de ustedes del grupo hablaba más de los lugares de la Sierra?

Ricardo, por supuesto, él es un ser cautivado por la sierra y al describe en cada estación de forma magistral.

-¿Componían los poemas inspirados por las sensaciones que les provocaban estos lugares o tomaban sus apuntes y luego se retiraban?

Posiblemente Ricardo, cuando iba solo,

No nos era propio ir componiendo, sino que cada uno tomaba sus anotaciones y ya en la casa iba componiendo sus poemas. En soledad sí, yo recuerdo haber ido al campo solo ya dispuesto a eso. Previsto hacer algo y llevar un bloc y un lápiz para tomar notas para hacer un poema, como “Otoño en los castaños”, que es un poema de mi primera época, en el camino hacia Piedrahita, por el Melgarejo.

-¿Hay muchos poemas que reflejen lugares determinados de la sierra?

Indudablemente, incluso Ricardo bautizaba los lugares. Sobre los Baños de Popea, después de haber visto la película de “El signo de la cruz”, donde aparecía el arrojo de los mártires cristianos y todo ese ambiente romano. Pues salía l Popea la mujer de Nerón bañándose en una gran piscina de leche de burra, y eso le hacía mucha gracia a Ricardo; y recordando esas espumas de Popea y todo aquello y, por extensión ya todos los amigos de cánticos le llamábamos a aquello Los Baños de Popea. Sé que hay otra versión, pero probablemente derivará de ésta.

Sin embargo no hay ningún poema que hable de los Baños de Popea.

Porque no nos pareció serio.

-¿Cómo recuerda Santa María de Trassierra?

Recuerdo esa primera visión de Trassierra, recuerdo también la recogida de las avellanas por agosto. Había una señora un tanto feudal, que debía de ser propietaria de la mayoría de los avellanares, recuerdo ver a las chicas labradoras en su trabajo cantando.

-¿Cree que la vida en estos lugares que recuerda ha cambiado mucho?

Hace mucho tiempo que yo no voy por allí, pero por lo que me dicen ha cambiado mucho, se ha llenado de villas…De todas formas las últimas veces que fui en los años cincuentaitantos no era lo mismo que cuando iba en los años treinta, ya había cambiado mucho.

-¿Cómo ve el futuro de estos lugares, de los Baños de Popea y del Bejarano?

Pienso que toda esta campaña que se está haciendo va a tener éxito y que se va a proteger si verdaderamente se mueve la Junta. Pero las ciudades cada vez se van extendiendo, hay que tener en cuenta los montes de Málaga, que yo no los hay, y mira que era difícil escalar aquello pero las casas han nacido como setas por todos lados…

-¿Qué piensa sobre esta campaña que estamos haciendo de educación ambiental?

Me ha sorprendido mucho. Yo pensaba que lo único que había que hacer era sentarse en una mesa y firmar, pero claro eso si no va acompañado por una concienciación como, por ejemplo, la revista ecológica Córdoba Vede, una serie de publicaciones, un ambiente para que los niños vayan entrando ya en eso.

¿Y qué piensas sobre los materiales, el vídeo, el cuaderno de campo?

Hace unos días vi el vídeo y me pareció magnífico y me emocioné un poco al ver lugares que hacía tiempo que no veía. Hubiera echado en falta algún poema de Ricardo.

-¿Y sobre que quizá los siete mil escolares que han pasado por esta campaña podrían conseguir que nuestros políticos defiendan y protejan más nuestra sierra?

Yo confío en que sí, los políticos también han sido niños, yo creo que los niños tienen mucha fuerza, siete mil niños se ponen a gritar y los políticos tendrán que escuchar.

Un mensaje que quiera hacer para proteger estos lugares:

Que no se deje de amar la sierra y de visitarla, pero respetar sobre todo el medio ambiente. No poniendo papeleras y esas cosas, sino que el excursionista tenga la suficiente civilización y cortesía, y que ame de verdad esos sitios que los hemos recibido de nuestros padres, que lo dejen ellos como lo han encontrado, que no los destrocen.

-Como sabe la mascota de la campaña es el duende del Bejarano, que nos ha parecido un elemento muy interesante, porque pone a funcionar en los niños una máquina maravillosa que es la imaginación. El imaginar seres que habitan allí. Quería preguntarle sobre qué le parece esta idea.

Bueno, todos aquellos parajes están poblados de duendes, de hadas, de fantasmas… Todo el que ha ido por allí vuelve, a mí no me extrañaría nada encontrarme un día por allí a Ricardo Molina. Los duendes y estos seres existen y no son maléficos, son divertidos, traviesos, están por allí, yo los he visto en muchas ocasiones no se como hemos dejado de creer en ellos.

El 28 de Febrero de 2007 día de Andalucia Acción Ecologista Guadalquivir otorgo el Premio Duende del Bejarano a Pablo García Baena como único representante del grupo Cántico, por la labor que este grupo realizo en la difusión de los valores de nuestra sierra y en especial los arroyos Molino y Bejarano. El acto se realizo en el colegio de la Mercedarias donde alumnos prepararon un homenaje a este insigné poeta.

Bartolomé Olivares Dovao

Junio 2007

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