lunes, 29 de noviembre de 2010
LOS PECES DEL ARROYO BEJARANO
F. Aranda, R.J. De Miguel, J.P. Peña, E. Pino, A. Ramiro y C. Fernández (Grupo de investigación Aphanius - Dpto. de Zoología – UCO)
El arroyo Bejarano es un corto afluente del río Guadiato, de apenas 2 Km y orden 1, que desde época antigua pasó de ser una vaguada torrencial, a convertirse en un arroyo de caudal permanente. Esto, se cree fue debido a la rotura de un acueducto en desuso, que aún hoy día, sigue aportando de forma ininterrumpida, agua a la zona. Sin embargo, el arroyo no ha sido seleccionado por el muestreo que se esta llevando a cabo en los cursos permanentes de Andalucía, ya que debido a su corta longitud, el programa digital de selección de estaciones de muestreo, lo excluye. Por esta razón, el pasado verano, cuando la A.E.G. quiso saber la comunidad de peces del arroyo, la carencia de datos hizo que se muestreara el tramo donde se habían observado recientemente peces.
El muestreo se llevo a cabo mediante pesca eléctrica y se capturaron 8 cachos (Squalius pyrenaicus) en un tramo de 60 m de pequeñas pozas y tablas, y una hembra grávida de calandino (Iberocypris alburnoides) en la poza del nacimiento. Estos peces son autóctonos y su presencia en el arroyo vendría dada por su conectividad con el río Guadiato. Ambas especies son de carácter sedentario, por lo que pueden vivir todo el año en el Bejarano. Además, con gran seguridad, el arroyo cobija coyunturalmente otras especies como el barbo (Luciobarbus sclateri) y la boga (Pseudochondrostoma willkommii) que por su carácter migrador a lo largo de la cuenca (potádromo), remontan desde grandes ríos a estos pequeños arroyes para la reproducción. De igual modo, existe la posibilidad de que otras especies capturadas en el río Guadiato en tramos cercanos a la confluencia con el Bejarano, estén presentes. Este es el caso de la colmilleja (Cobitis paludica) y la Anguila (Anguilla anguilla), la primera habitaría los tramos de sustrato arenoso y la segunda vendría de forma artificial desde algún escape de la piscifactoría situada aguas arriba. Sin embargo, también es muy probable la presencia de especies invasoras capturadas en dichos aledaños, tales como el percasol (Lepomis gibbosus), siendo el Guadiato el afluente del Guadalquivir donde más ha proliferado, y la gambusia (Gambussia holbrooki), muy numerosa en las partes más someras del curso.
En definitiva, si se quiere conservar la ictiofauna del Bejarano, es necesario un muestreo exhaustivo de sus aguas para poder confirmar las especies presentes, ya que las ya capturadas como el calandino y el cacho, están catalogadas bajo el estatus de conservación de Vulnerable a la extinción, lo que aporta una razón más para la protección del arroyo Bejarano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario